Moderna antes de la Revolución Francesa fueron los acontecimientos en Inglaterra en
los años 1644-1649. Más de un siglo antes de la Revolución Francesa, en Inglaterra se
produjo una especie de ensayo general de los sucesos de París 1789-1802. La
burguesía, con la ayuda del campesinado y otras capas populares, acabó con el poder
de gobierno de la nobleza, asignó el poder político al Parlamento, derrocó el poder
absoluto de los monarcas, y destronó y finalmente ejecutó al rey...
En este punto debemos prestar atención al contenido político de ambas revoluciones,
la inglesa y la francesa, a las que podemos añadir otros hechos históricos como la
guerra de las Comunidades en el reino español de Castilla (1520-1522), la guerra de la
rebelión de los holandeses contra los reyes Habsburgo de la dinastía española a lo
largo del siglo XVI, los disturbios de la Fronda en Francia durante la infancia del rey
Luis XIV, los disturbios de Esquilache en Madrid (1766)...
En todas estas movilizaciones sociales había un componente extraño. Extraño dentro
del carácter antifeudal general de la actividad del pueblo durante ese largo período de
tiempo, porque estas convulsiones y rebeliones sociales iban dirigidas contra el
absolutismo real además de contra el feudalismo en algunos casos, e incluso en otros
casos la nobleza y las fuerzas populares actuaban juntas. en esos movimientos contra
el poder absoluto de los reyes. Este factor requiere un análisis considerando que la
monarquía absolutista había nacido, en el período de la resistencia popular antifeudal,
como aliado de las fuerzas populares. Antes del siglo XV, los reyes no tenían el poder
que luego caracterizó al sistema monárquico. Entre la nobleza, el rey era sólo primus
inter pares (el primero entre iguales) y los señores nobles estaban ligados a él por el
juramento de vasallaje. Mientras tanto, otros pequeños nobles estaban ligados y
subordinados a los grandes por medio de una similar relación de juramento, y los
siervos ocupaban el lugar base (inferior) de esa pirámide social. Estos estaban
gobernados por los reyes, pero a través de los nobles, no directamente.
Ese sistema funcionó bien durante un largo tiempo. Los señores feudales y los
caballeros respetaban fielmente y hacían respetar la autoridad real. Mientras tanto, se
comportaron de manera paternal con la gente sujeta a ellos. En el idioma español, que
se formó en ese tiempo, la misma palabra “noble” tiene el significado de señor feudal,
de alto rango, y a la vez el de persona de alta calidad moral, y la palabra “caballero”,
además de referirse a los señores de menos alto rango significaba también: sincero,
veraz, fiel, generoso, cuidadoso del honor... El prototipo de los nobles caballeros de
aquella época fue el “Cid” Rui Díaz de Vivar, sobre el que existen varias leyendas en
nuestro país. Él, como generalmente todos los señores feudales de la época, era un
protector de los campesinos que vivían en los alrededores contra a las agresiones de
los enemigos, y les exigía un moderado impuesto de servidumbre.
Pero poco a poco el sistema se corrompió. Los nobles (sñores feudales) de los siglos
XIV y XV no eran nobles (en el sentido moral del término) en absoluto. Para los
desafortunados siervos rurales sujetos a ellos eran más rapaces que los árabes contra
quienes pretendían defenderlos. Y los “caballeros” no eran nada fieles y caballerosos;
se comportaban con arrogancia y rebeldía contra los reyes. En el reino español de